La noche
La Noche
La noche
es mi escondite, mi isla desierta, el imperio de mi soledad. Por eso me aferro
a ella, para no dejarla ir.
Rodeado de
nubes de humo espeso de cigarrillo y de vapores etílicos. Una mente borrascosa,
borrosa, que acecha en silencio, como un tigre.
Un grito
apenas contenido, disfrazado con palabras huecas que salen por borbotones,
atropellándose unas a otras.
Una
ansiedad que no descansa, que cabalga con brío y relincha cual potro salvaje.
Una huida
está en la puerta, me espera con paciencia. Hace frío y llueve, pero ella no se
moja. Me espera, estoica, paciente.
Sé que
sólo debo dar un paso, y luego otro, concatenándolos, como cuentas de un
collar.
Me alejo
trastabillando, pero decidido y sin mirar atrás. Cada paso me aleja más, pero
me acerca al destino, gris, incierto pero atractivo.
No mires
atrás. Sigue adelante, no temas, todo está frente a ti. Todo y a la vez nada.
Pero ya no hay marcha atrás: es el final.
Nota
mental: hablar poco, pero decir mucho.
Aldo
Marcelo Luna
Comentarios
Publicar un comentario