Noes que noan
NOES QUE NOAN
Voy a negar todo,
voy a coser la noche al día
negando la luna que la corona.
Voy a negar todo,
voy a tapar mis ojos
con la sombra de mis manos;
voy a envolver mi cuello
con vulvas pesadas
para caer donde se ciernen
los noes
que noan,
y Oliverio, nonato...
Voy a negar el feudo,
las castas,
lo noble,
y negaré la Ilustración,
los vientos de Gauge en Francia,
también negaré a Bujarin
su pedazo de historia.
Me negaré a habitar
los senos que omito;
le negaré al obstetra
mi cuerpo
y al vino su frío.
Voy a negar todo;
decir no
al colapso
en mitad de tus cejas,
voy a negarte en mis vocablos
para que mis tercas palabras
no te suiciden
al arrojarse de mi boca,
no te suiciden,
no te suiciden...
Voy a negar mi nombre de otro,
mi gesto de pie dormido,
mi perfume de mariposa
cansada de tragar tu fuego.
Voy a negar la Guerra Fría,
para negar a Castro,
para negar la cuna
de tu sexo descalzo.
Voy a negar mis medias de red,
los labiales que guardo,
y hasta mis piernas cruzadas
acabaré negando.
Negaré que estuve en tu paso.
Negaré tu paso.
Y no quedará verdad
de tanto negarla;
y no quedará ni un no
sin usarse en tu cama;
y no quedará sin un no
el pejotismo, la genuflexión,
el anarquismo
y tu casa.
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